¡El principio y el fin del zapatismo!
El recién inagurado movimiento zapatista está llamado a fracasar. Y no será por la falta de calzado
Gill Scott Heron tenía razón "La revolución no será televisada" decía, y es verdad. La televisión si estaba cuando el zapato Muntazer al-Zaidi planeó hacia el rostro de Bush. Si la televisión no hubiera estado, Muntazer solamente hubiera sido despedido, torturado y encarcelado, e inmediatamente olvidado, incluso de manera más inmediata que inmediatamente. Pero como ha sido retransmitido su zapato planeador, Muntazar simplemente será despedido, torturado y encarcelado, pero jamás será olvidado. Se ha introducido directamente en la historia y en las calles de Mandril las gentes gritan su nombre y lanzan sus zapatillas deportivas al paso de los tanques que patrullan la ciudad. Yo mismo llevo un zapato viejo en la mochila, por si tengo que arrojárselo un dia a alguien ¡Ojalá suceda pronto! Pero la revolución no será televisada. Para mi que la revolución ya ha sucedido, pero como no la televisan no nos damos cuenta. Además, seguro que no nos mola. Yo creo que revolución ocurre cuando alguien abandona la estrechez pegajosa del tubo y quema su coche y monta en bicicleta, cuando planta un huertecito en el solar o en el balcón, cuando apaga la nevera en invierno, cuando un colega me regala María, cuando se deja de pagar por un piso, cuando alguien construye con unos colegas un vehículo espacial propulsado con pedales en el patio. Nadie lo sabe. La televisión todavía no lo ha dicho. Pero es demasiado fácil, además, tampoco hay que tomársela demasiado en serio. Por mi parte yo continuaré con mi zapato en la mochila, pero si el zapatismo se extiende por todo el planeta me temo dos cosas: una) Que acabemos caminando descalzos, o lo que es peor: dos) Que nunca nos quitemos los zapatos
Este es uno de los zapatos propuestos por Dominguet para que las cosas sigan siempre igual, pero eso si, más emocionantes.
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