jueves, 5 de marzo de 2009

Manual para la construcción de un mundo sin jefes reciclando despojos

Aportaciones para un mundo que olerá a fresa

De entre los desastres que ha provocado la sociedad industrial aquí y allá, nosotros nos veremos obligados a sobrevivir como podamos.

Una vez que todo el planeta ha sido cartografiado, no hay lugar donde escapar. Ni islas desiertas, ni tierras virgenes esperándonos. Si queremos reconstruir el mundo que la sociedad industrial ha destruido, solo podremos hacerlo sobre sus ruinas, sobre el paisaje destruido, avanzando entre los vertederos.

Cuando los grandes yacimientos petrolíferos se hayan agotado, las grandes plataformas en desuso de Shell nos estarán invitando a ser tomadas. Pero ya no estarán ocupadas por hombres que solo desean saquear la tierra y los mares. No es posible saber que personas irán a las nuevas repúblicas que se irán fundando en cada plataforma petrolífera. Lo único que sabemos es que las plataformas de ahora en nada se parecerán a las del futuro. Cubiertas por enredaderas, un trapo sucio y roido ondeará, y será quemado el dia de la bandera. Palomas que jamás vivirán enjauladas nos comunicarán con otras plataformas, gafas de buceo y aletas nos permitirán sumergirnos en las profundidades haciéndonos más ágiles y atléticos. Algunas gallinas se pasearán por la estructura metálica de la plataforma, ahora cubierta de arena, donde encontraremos las proteinas. Enormes mejillones cultivados sin apenas esfuerzo y tiempo perdido nos estarán siempre esperando. Las algas, bendecidas cada día desde lo más alto de la plataforma nos suministrarán oxigeno y alimento. Es cierto que quizá no haya mucho espacio para cultivar cebada para la elaboración propia de cervezas, habrá que buscar otras formas para drogarse. Pero quizá no haga falta drogarse más, salvo cuando las fuerzas nos hayan abandonado, pues realmente a cada minuto se sucederá una aventura. En cuanto a los libros, la falta de materia prima reducirá la fabricación de estos y la propiedad privada de los mismos. La plataforma será una enorme biblioteca. ¿Usted quiere saber que es el comunismo? Imaginese una enorme biblioteca, o una fuente cristalina en las montañas, o los rayos de sol que acarician su rostro por la mañana o el aire que nunca nos falta. En cualquier caso, si un día nos encontraramos sin espacio para guardar libros, deberemos convertirnos en los hombres-libro de Bradbury. Es cierto que una plataforma no es muy grande. Son lo suficientemente pequeñas para que ningún jefe pretenda allí esconderse, ni dar ordenes. Deben saber que un mar profundo les está esperando.


Al principio huele a sal marina, pero más tarde a fresa


5 comentarios:

elzo dijo...

Ah, ya noto el olor a salitre.

Unknown dijo...

Cuidado con los despojos de los jefes que son capaces de regenararse!!!!

Dominguet dijo...

Entonces german, si eliminamos los prejuicios sobre el canibalismo,jamás volveriamos a pasar hambre!

Anónimo dijo...

El tema de la cerveza me sigue preocupando....

Dominguet dijo...

Noe; pero quien sabe si algún tipo de alga fermentada produce alcohol...y el que me dices de los hongos psicoactivos ¡hay suficiente humedad! habrá que seguir investigando.

 
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