"¡Muerte al enemigo!"

¿Puedo ser tu amiguito?

¡Muerte al enemigo!

El autor de este periódico está absolutamente de acuerdo con esta sentencia, conozcamos el por qué:

¡Muerte al enemigo! Porque sino, a quién deberiamos desar la muerte, ¿a los amigos?. Ahora bien, cuando un señor mata a otro, o lanza una bomba bacteorológica o pulveriza mediante un misil termonuclear una pequeña ciudad de provincias, ¿a quien está liquidando? a personas como él, con la nariz más grande o más pequeña, pero a personas. Entonces para este señor el enemigo son las personas, lo cual parece totalmente absurdo, siendo él mismo una persona. La opinión más comunmente aceptada es que este señor que mata personas utiliza armar para destruir. Desde este periódico debemos aclararlo todo cuanto antes; ¡son las armas las que utilizan a este señor para matar personas! No son las personas los enemigos de las personas ¡Eso es completamente absurdo! Y ahora que sabemos quien no es el enemigo, podemos decirlo bien alto y claro: "¡Muerte al enemigo!"