jueves, 17 de junio de 2010

La calle de Dominguet se llena de banderas de España


Al final siempre ocurre lo de siempre



Dominguet necesita quemar una bandera española

Los balcones de la calle donde vive Dominguet se ha llenado de banderas españolas, una bandera republicana y una brasileña

Al principio parecía que se había adelantado al futuro y que el fascismo nacionalista había vuelto. Más tarde supo que había fútbol. Lo pudo comprobar cuando descubrió a un compi del curro trabajando con una camiseta de la selección española. Dominguet jamás vió nada semejante. Luis Eduardo Aute dijo un día, ante la insistencia de un entrevistador, cuan extraño era que de un tiempo a esta parte los periodistas siempre le preguntarán de que equipo era. Hace unos años, cuando Dominguet era niño, durante los partidos de fútbol el público en los estadios hacía ruidos y silbaba mientras sonaba el himno nacional, y los jugadores pasaban. ¿Qué ocurre aquí? Dominguet creyó ver que algún jugador se ponía la mano en el corazón y la gente guardaba silencio. Los mandrileños llenan de banderas sus balcones. Los amigos se reunen con bufandas españolistas en pleno verano para ver el fútbol, una compañera dijo a otra que se fuera a Cuba si no era lo suficiente patriota porque no se emocionaba ante el himno. Si amigos, el nacionalismo fascista ha vuelto.

1 comentario:

moai dijo...

Con respeto y cariño, Sr Dominguet, y con algo de retraso, le comunico que le he tomado prestadas sus palabras para http://cosasquenosalenenlatele.blogspot.com/2010/07/trapos-de-colores-en-los-balcones.html

Con alguna anotación adicional (seguramnente plagado de errores y omisiones) sobre aquellas increíbles historias del cosmonauta eléctrico de un tal elvis pérez.
Gracias.

 
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