¡Se aproxima la abolición del silbido!

Dominguet silbando de nuevo, pero ya era demasiado tarde

¿Por qué los proletas no silban?

Dominguet está asombrado. Nadie silba. Tal enigma debe ser resuelto. Dominguet inicia así una nueva aventura para investigar las causas de la degradación proletaria.

Primero se dejó de cantar. Sin embargo todavía queda en algún bar de Mandril, a modo de curiosidad turística, el siguiente cartel que dice: "Se prohibe el cante" Al parecer hubo un tiempo en el que las gentes cantaban en los bares, pero eso es cosa del pasado. Lo que sabemos es que nadie canta en la calle ni en el trabajo, pero quizá cante en la ducha, aunque no existe prueba alguna de que esto suceda habitualmente. A Dominguet, durante su investigación, le ha resultado imposible meterse en la ducha de los mandrileños a la espera de una canción, pero por otra parte como nadie le ha invitado, le resulta difícil su verificación . Pero volvamos al asunto. Después de que la gente dejara de cantar se dejó de silbar. Dominguet se dió cuenta el otro dia, cuando precisamente iba silbando camino al trabajo. Por primera vez se sintió observado. Es cierto que otras veces también percibió miradas, pero era porque llevaba la bragueta abierta. Al margen de este desgraciado suceso algunas veces le han comentado "Qué contento estás" pero, ¡qué tiene que ver silbar con estar contento? Quizá silbaba porque estaba triste. Los mandrileños no cantan, tampoco silban y desde luego, cuando caminan solos no parecen contentos. ¿Quién silba? Solo silba quién mueve todo su cuerpo, quién camina vigorosamente. Y como se ha dejado de caminar se ha dejado de silbar. ¿La gente silba en el metro? No, no silban porque no se mueven. ¿Silban los jueces, los cirujanos, los guionistas de televisión? Desde que las clases medias dejaron de moverse, dejaron también de silbar. ¿Pero por qué lo sproletas han abandonado el silbido? El silbido era el símbolo de la cultura popular proletaria, pero como los proletas querían dejar de ser proletas abandonaron el silbido. Podrían haber dejado de ser proletas aboliendo la sociedad de clases mientars silbaban, pero prefirieron dejar de silbar no no parecer proletas, y uno vez dejaron de silbar, asombrosamente, dejaros de moverse, algunos incluso se compraron un auto.