¡Esperando a los bárbaros!
La guerra contra el coche nos convertirá primero en vándalos, después en enfermos y más tarde en terroristas. Pero es que alguien tenía que empezar
Dominguet está a favor de la quema de coches. En Francia, en la última noche del año, ardieron 1.144 coches.
El gobierno francés lo tiene claro; son vándalos. En Antena 3 aparecía una mujer de sesenta años filmada con cámara oculta, rayando los coches estacionados en la acera. Los vecinos no tardaron en calificarla como enferma. Vándalos y enfermos. Cuando a finales de los 90´un parado quemó la oficina del INEM por segunda vez, los medios lo tuvieron claro; era un terrorista. ¿Y un terrorista qué es? Un vándalo y un enfermo. El gobierno francés amenaza con retirar el carnet de conducir a aquellos que quemen coches. Ante eso los vándalos enfermos solo pueden decir una cosa: ¡ja ja ja ja!. Los críticos de la izquierda radical que apuestan por la quema de coches consciente pero desconfían de los bárbaros que queman coches pero que desean su propio auto, se olvidan de una cosa: ¿Qué diferencia hay entre un coche en llamas producto de un anticoche o un coche en llamas producto de un de chavalote que lo desea pero no puede tenerlo? El resultado es el mismo: un coche en llamas. Qué diferencia hay entre un bárbaro consciente e inconsciente: un coche en llamas. Dominguet desconfía de los bárbaros incoscientes, porque igual que queman un coche quemán un anciano en una cuneta, ¿pero acaso tenemos que esperar a que un gobierno de buen rollito legisle contra el automóvil y los desguace? ¿Y si ese gobierno los quema? ¿Sería un gobierno vándalo y enfermo? Los chavales de Francia no quieren esperar, los sexagenarios españoles tampoco. Dominguet tambien está aburrido de esperar
La guerra contra el coche nos convertirá primero en vándalos, después en enfermos y más tarde en terroristas. Pero es que alguien tenía que empezar
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