Domiguet volvió a ser demasiado graciosillo
¡Violencia!
Irrumpieron durante la representación de "Seis personajes en busca de autor" en el Teatro Nacional. Amenazaron a los actores, al director y al público. Los expulsaron de la sala y quemaron el teatro.
A la salida se produjo un tiroteo con la policía. Se hicieron fuertes en un banco, prendieron fuego al dinero y salieron corriendo. Durante la escapada uno de los personajes recibió un disparo en la espalda. Murió en el acto. Los cinco personajes restantes entraron en Radio Intereconomía, maniataron a los tertulianos, les metieron un bollo en la boca y abrieron los micros. Esto fué lo que dijeron:
"Miren a estos pobres infelices con un bollo en la boca, cianóticos, atrapados en su papel de extremistas de derechas, JajajaJa ¡Qué ridículos están ahora! (Uno de los personajes fotografía a los tertulianos) JajajaJa ¡Mañana serán portada en La Gaceta!"
Los seis personajes en busca de autor, bueno, los cinco personajes en busca de autor salieron de la emisora al grito de "¡Nos suda la polla y el coño!" Y reían, reían mientras esquivaban los botes de humo, los gases lacrimógenos, las pelotas de goma y las balas. Reían, si, reían a grandes carcajadas. Mientras tanto, en otra parte de Mandril el autor había echado el cerrojo a la puerta-imaginarium de la buhardilla donde vivía. No, no temía a sus personajes emancipados, temía a la poli que seguían sin emanciparse. ¿Cómo explicar al juez que sus personajes eran amantes de la paz mundial y masticaban chicle? ¿Pero se puede amar la paz y masticar chicle al mismo tiempo?
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