Pequeño plano para rescatar el Domingo. Igual no funciona, más que nada porque Dominguet lo escribió devorado por los sueños
Domingo como remedio a todo
Dominguet ha vuelto a repasar el calendario y sigue sin encontrar los domingos. Y sin domingos nada es posible.
El empeño es el siguiente: ¡salvar los domingos de la muerte! La tarea es sobrecogedora, pués salvar el domingo es sin duda salvar el mundo. Lo importante es no quedarse petrificado, ser decidido y asesinar al lunes. Es decir, no quedarse sentado esperando al Domingo. Para evitarlo Dominguet ha serrado la pata de una silla. Ocurra lo que ocurra no podemos garantizar que Dominguet lo conseguirá, pero al menos, a veces, puede oler la fragancia de los domingos perdidos y puede ensoñarlos, ¡son tan leves! Quizá el domingo se encuentre justo al doblar la esquina, ¿pero si lo que encontrara Dominguet al llegar a la esquina no fuera el domingo sino el lunes o el martes?
No hay comentarios:
Publicar un comentario