martes, 10 de febrero de 2009

Locos, monos, poder e interés general.

¡El mono y el hombre en el porvenir!

El interés general deberá ser el siguiente en el porvenir: esterilizar a todo aquel que ocupe más poder que usted.


El control demógrafico volverá a ponerse de moda. En el pasado a los enfermos mentales se les esterilizaba, o bien se les gaseaba o simplemente se les inyectaba plutonio. En Mandril, en los años 40' se les trataba de reeducar, y si persisitian en su pertinaz demencia, se les fusilaba. Modernos, progres, nazis, liberales e izquierdistas y derechistas y neoliberales están de acuerdo en una cosa: hay que limitar la población mundial. Siempre y cuando no sean ellos quien deba ser limitado. Razones ciertamente hay. Y métodos tambien. Actualmente limitar el número de enfermos mentales mediante terápias de vaporización o cremación nos llevaría a un delicado dilema: aquellos que dieran la órden, deberían ser vaporizados tambien. No solo porque consuman tranquilizantes y antidepresivos y antipsicóticos, sino porque están enfermos, muy enfermos. Por lo general, cuando me imagino a un loco, la primera imagen mental que me viene es la de un banquero, o un ministro, o un técnico cualificado dirigiendo un programa para adiestrar monos. O un sindicalista, negociando algunos despidos para que el resto de los empleos no se pierdan. Pero principalmente un alto ejecutivo de una multinacional y todo de tipo de militares. Esos me parecen mucho más locos que el resto. Dominguet tambien está a favor de limitar la población, empezando por todo aquel que acumule más poder que él. En fin; en cuanto a adiestrar monos, eso nos trearía grandes beneficios. A) El mono podría realizar la mayor parte de los trabajos realizados por los humanos B) Nadie se opondría a la esterilización de monos C) Los monos que enloquecen podrían ser más productivos si se canaliza su estres adecuadamente. D) Podría formarse un temible ejército de monos que llevaran la democracia y la libertad a todos los rincones del planeta. Todo hombre o mujer con más poder que usted solo verá miles de ventajas en el adiestramiento de monos. Y el científico encargado de tal tarea recibiría algún premio.


Efectivamente, si los monos ocupan el lugar del hombre, ¿qué lugar ocupará el hombre? Si es para que el mono vaya al trabajo en su lugar y usted pueda pagar tranquilamente su hipoteca mientras duerme en el sofá, vale. Hasta ahí, es absolutamente moral.




No hay comentarios:

 
Free counter and web stats