Origenes del Biorgom y su uso en la vida cotidiana

Biorgom; de los orígenes a la prohibición

Desde que se hizo pública la teoría del biorgom hasta hoy, no se había podido demostrar su existencia.

Era imposible encontrar el biorgom, pues este, solo aparecía en nuestro organismo de noche, cuando los científicos duermen. Pero una vez hallado se demostró empiricamente los efectos del biorgom en el cuerpo humano. No solo el biorgom es la sustancia primordial implicada en los procesos metabólicos de desintoxicación celular, sino que además, los primeros ensayos clínicos demostraron la presencia del biorgom en la desaceleración en el desgaste orgánico, el agotamiento y el sueño. Es durante el sueño cuando el biorgom se activa. Una vez aislado el biorgom e inoculado en el cuerpo de cobayas se observó que estas no precisaban necesidad de descanso ni sueño bajo sus efectos., pero no solo eso, las cobayas humanas a las que se aplicó dosis mayores de biorgom envejecian a una velocidad sensiblemente menor que aquellas otras cobayas a las que se se las suministró un placebo. El resultado del estudio de los efectos del biorgom en el cuerpo humano no se ha hecho esperar: una demanda en constante crecimiento de biorgones. El uso continuado del biorgom ha elevado los límites en la productividad de los individuos y la economía, ha estimulado el desarrollo a cotas inimaginables de la creación técnica y artística, y ha reducido el gasto sanitario, así como como el número de pacientes.

Solo existía un problema a la hora de administar masivamente a la ciudadanía el biorgom. Tecnologicamente éramos incapaces de sintetizarlo quimicamente en laboratorio. Es decir, solo podiamos extraerlo del sujeto durante el sueño. Esto implicaba que para recibir dosis vitales de biorgom, otro sujeto debía renunciar al biorgom que producía su organismo. La ausencia de biorgom en el organismo durante un tiempo prolongado producía los efectos contrarios a la administración de biorgom. Esto es; cansancio, sueño, envejecimiento prematuro, complicaciones hepáticas y un largo fin de efectos adversos.

Al principio se pudo conseguir biorgom para uso terapeútico por medio de donantes y voluntarios, pero en todo caso, su número fue insuficiente para las necesiddades del Sistema Nacional de Salud (SNS). Además, la demanda privada de biorgom superó porcentualmente a su uso público. El uso estético de biorgom aplicado a la piel, reducía e incluso eliminaba cicatrices y arrugas, administrado en grageas tres veces al dia permitía comenzar la jornada diaria sin necesidad de dormir y descanso. A nivel empresarial se fomentaba el uso de biorgom, y a una escala lúdica, permitía seguir de fiesta hasta altas horas de la madrugada con la seguridad absoluta de no sufrir jamás resaca e incorporarse a las obligaciones cotidianas como despues un reparador sueño.

Efectivamente, el biorgom estaba a ser llamado en la sustancia fundamental de la vida moderna. Sin embargo, las cantidades de biorgom eran limitadas. Ningún hombre y mujer querían desprenderse del biorgom que producía su propio cuerpo, pero todos estaban dispuestos a consumir elevadas dosis de biorgom, pues sin duda se había convertido en la clave para conseguir un cierto éxito en la vida. Quien solo disponía de su biorgom, vivía. Quien consumía más biorgom del que podía producir, estaba llamado a ascender las cumbres más altas. Quien cedía su biorgom, sobrevivía, aunque paradojicamente,como ya veremos más adelante, lo hacía en mejores condiciones que en un pasado reciente.

Cuando el biorgom era una sustancia desconocida, cientos de miles de personas morían de desnutrición. La aparición del biorgom y su inusitada demanda, convirtió a toda persona en manantial de vida. Así, la muerte de un solo ser humano, ya sea por desatención u otra circunstancia significaba el fin de un pozo de biorgom.

En contra de lo sucedido en el pasado con otras materias primas, como los recursos fósiles que precipitaron guerras por la apropiación de yacimientos y reservas de combustible, el descubrimiento del biorgom llevó al mundo a una era de paz sin fin. Cada ser humano se había transformado en un tesoro viviente. Para poder usar el biorgom de otra persona; es decir; de aquellos que antes morían por una alimentación pobre e inadecuada, ahora se encontraban, ciertamente, mantenidos, el procedimiento era el siguiente: aquellos que cedian su biorgom se les inducía a un coma temporal, alimentados por via enteral mediante sonda nasogástrica. Durante ese estado se les extraía , en su largo sueño, todo el biorgom posible. Pasadas unas semanas se les reanimaba evitando así úlceras por presión, y su despertar más agotados si cabe, se acompañaba con los emolumentos necesarios para despreocuprse por las necesidades de vivienda y alimentación. Para ser más explicito todavía: ser donante se había convertido en una profesión. Una profesión que recorría todo el planeta. Aunque el aspecto de estos se avejentara y sus sistema inmunológico se debilitara, podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos que una tercera parte de la población mundial jamás dormía, mientras las dos terceras partes restantes pasaban la mayor parte de su existencia soñando.