sábado, 30 de octubre de 2010

Proyecto para un nuevo concurso televisivo


Un miembro de la ejecutiva del Partido Popular participando en el nuevo concurso televisivo

Otro activista del Partido Popular entrando en razón y abandonando el partido definitivamente
¡Perder para ganar!

El proyecto de programa será un concurso televisivo al estilo de Operación Triunfo o Gran Hermano. Los concursante, grabados las 24 horas por un cámara, llevarán la misma vida de siempre. Quizá vayan al trabajo, quizá salgan con sus amigos, quizá salgan a pasear por el parque. Lo único que les estará vetado será gastar dinero. Si lo hacen, serán expulsados del programa. Habrán perdido.

No podrán gastar ni comprar. Si lo hiciesen quedarían eliminados uno tras otro hasta que solo quede uno, un ganador. El vencedor no recibirá premio alguno, ni dinero, ni pisos, ni viajes exóticos. Su recompensa será moral y será querido por todos. Este programa da la vuelta, como un calcetín, a todos los concursos de televisión. Aquí el ganador es el que pierde. No se lleva nada, vive austeramente en un pareticular hedonismo estoico convivencial ¿Cuanto tiempo podrán los concusantes permanecer sin consumir?, ¿unas horas?, ¿unos dias?, ¿semanas?, ¿meses?, ¿diez años?, ¿toda la vida? Fuere lo que fuere, esta mujer o este hombre será querido por todos. Habrá llegado a la fama por el camino contrario. Adolescentes de Mandril y sus alrededores practicarán a escondidas en sus cuartos durante la noche el arte de no gastar. No podemos predecir las consecuencias a escala planetaria que supondrá la emisión de este novedoso programa televisivo, pero de una cosa estamos seguros los redactores de este periodiquito, que el verdadero y oculto motor que lo mueve todo no es precisamente la pasta.

6 comentarios:

angola dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
angola dijo...

bien, yo me apunto. La idea es demoledora, sólo de pensarlo me animo. Un paréntesis sin bolsas de plástico ni cagaderos automáticos, bestial. Evidentemente el contexto no puede ser urbano, a los concursantes habría que transplantarlos a un hábitat donde se pudiesen buscar la vida sin arañar el monedero.
De hecho, ahora que lo pienso, la mayoría de la población mundial creo que ya está concursando.

Dominguet dijo...

¡Bién Orola! ¡Ya hay decididas concursantes! Fenomenal tú propuesta de que el programa se desarrolle en un contexto rural, pero recuerda que cada concursante se puede mover a su placer por el planeta con un camarógrafo a sus espaldas. Me temo que en Mandril los concursantes se encontrarían en la situación engorrosa de plantar tomates o de ocupar una casa el dia en el que el casero les exigiese la mensualidad. ¿Se nos desarrollaría el ingenio y la creatividad?.

angola dijo...

no lo dudes que se nos agudizará casi todo. En Mandil, y en las grandes urbes en general, no hay mucho que hacer al respecto, el ingenio por si solo no da para conseguir comida. El imperio de las ciudades se construye no con súbditos, ni con respetables ciudadanos, sino con consumidores leales carentes de tierra, desterrados, incapaces de sobrevivir fuera del sistema. La propuesta sería, entonces, retomar la 1ª de todas las culturas, la agricultura, como método básico para dar forma a una revolución consciente en que el ser humano reconoce su estatus, su condición y su propia naturaleza. No te asustes, estamos en vísperas de todos los santos y hai como una especie de polen flotando en el aire del que parecen aflorar discursos que se aproximan al tono bíblico. Que dios nos coja a todos confesados

Dominguet dijo...

La agricultura primero.

Pero me resisto a que un mundo donde la mitad de la población vive en Mandril ciudad, millones y millones se larguen para esparcirse por las pocas zonas cultivables que todavía quedan. ¡Ay! Estoy absolutamente convencido de que Mandril podría ser autosufuciente y amable. Que hay azoteas suficientes esperando ser cultivadas, que hay paredes a miles por donde enredaderas comestibles trepen sin fin, hay millones de autovías que circunvalan y cruzan la ciudad por donde antaño había vegas y vergeles.

¡Ah! No me asusta demasiado el polen, salvo en primavera.

angola dijo...

puedo verlos, los cultivos invadiendo los arcenes, las medianas, las isletas que permiten el cambio de sentido; las parras trepando por la moncloa, las manzanas poniéndose rojas por encima de las marquesinas, los champiñones esparciendo sus esporas por los túneles del metro; expropiar todo eso para autocultivo va a ser la ostia.

 
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