Al principio, al carecer de un solar donde construir su ministerio con palets, los funcionarios del grupo E se reunirían en descampados, escombreras, parques o plazas para salvar el país
El ministerio más pequeño del mundo
150 millones de euros de bote bién merece un ministerio. Sería el ministerio más pequeño del mundo. Uno de sus pocos empleados tendría la gran responsabilidad de rellenar el boleto correspondiente al euromillón
El ministerio más pequeño del mundo constituido exclusivamente por una decena de funcionarios del grupo E (actualmente cobran sin complementos 548,27 euros, pero con próximo ajuste de sueldo podrían llegar a cobrar algo menos) cuya función sería buscar soluciones para salvar economicamente de la quiebra al pais. Como este pequeño ministerio tiene que ser el ministerio más barato de la historia del mundo Dominguet sugiere dos propuestas para la estructura del nuevo ministerio:
La Opción A: El ministerio no tendría una ubicación física localizada. Los diez funcionarios del grupo E realizarían su trabajo habitual de friegaplatos, peón o limpiadores en su empresa pública correspondiente y a la salida del curre se reunirían un rato en la cafetería, poniendo en funcionamiento el ministerio más pequeño del mundo para salvar el país. Ese par de horas se les retribuiría como horas extras, lo que en la función pública se denomina atención continuada. El gasto para el contribuyente sería mínimo.
La Opción B: El ministerio tendría estructura física. Su ubicación se encontraría en un solar cedido por otra administración. Este pequeño terreno podría encontrarse en cualquier lugar del Gran Mandril, preferiblente accesible en bicicleta. Aquí los propios funcionarios del grupo E construirían ellos mismos su ministerio con pales y maderas encontradas en la basura.
Las funciones del ministerio más pequeño del mundo consistirán en elaborarár su propia lista mediante lluvias de ideas recurrentes de propuestas para salvar el pais y ponerlas en práctica, la mayor parte de ellas de índole económico destinadas a conseguir pasta (por ejemplo, rellenar todos los dias un boleto de la bonoloto).
Como en el ministerio más pequeño del mundo todos los funcionarios serían del grupo E (la categoría más baja existente) el trabajo sería más dinamico y creativo al no tener que soportar el peso muerto diario de los encargados, jefecillos y grupo A. Lo interesante de estos empleados al ser grupo E, además de no costar apenas pasta al contribuyente, recogerían y barrerían ellos mismos su propio ministerio. Creemos que un ministerio de estas caracteristicas merece un ministro singular; proponemos que rotativamente uno de los diez funcionarios del grupo E sea el ministro durante una semana del ministerio más pequeño del mundo. Tenemos la seguridad de que en pocos meses este ministerio salvaría al pais y probablemente al mundo. No tenemos ninguna duda de que este fantástico ministerio sería rentable, y por lo tanto, alguna cabecita loca del Grupo A del propio gobierno, del FMI, de la Comisión Europa o de un fondo privado de pensiones se le ocurriría su inmediata privatización
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