viernes, 26 de octubre de 2012

Entrevista a la poesía

"La formula es la siguiente: a más poesía menos autoridad"


Entrevista a la poesía

Hola amiguitos/as. Esta mañana he ido a echar mano de uno de los libros de poesía de este periódico, y para mi sorpresa he descubierto que el libro se encontraba en blanco. Así que he ido en busca de la poesía por ahí, y la he encontrado en un parque próximo a la redacción. 

Dominguet: ¿Estás aquí?

Poesía: Si ¿donde te gustaría que estuviera?

Dominguet: No me malinterpretes...aquí estás preciosa. Tan guapa. Con las primeras hojas del otoño cayendo y al fondo una ciudad que se está derrumbando. Yo pensaba que tu lugar eran los libros o los lienzos

Poesía: Allí es donde a algunos les gustaría encerrarme. Cualquier libro o lienzo donde se pretenda que yo me encuentre no es otra que una de esas fábricas

Dominguet: ¿Cómo una fábrica?

Poesía: Si, como una fábrica, como uno de esos lugares donde desaparecen las personas. Ese lugar es miserable. Ya es hora de que la poesía se aleje de los libros y se acerque a las fábricas y a las oficinas. Es hora de que los oficinistas se aproximen a la poesía. 

Dominguet: No entiendo...¿Cómo podría llegar la poesía a una cadena de producción?

Poesía: ¡Si que lo sabes! La poesía llega inmediatamente. Llega en el momento preciso, cuando alguien se expresa libre y espontaneamente.    La poesía también puede llegar como una explosión colectiva, y en fin, parar la producción. Por ejemplo; la palabra ¡No! es preciosa. Ocurren tantas cosas cuando se pronuncia... y quién la haya vivido sabrá que quién la dice comienza a aparecer. 

Dominguet: Llevar la poesía al trabajo es peligrosísimo ¡Oficinistas que se expresan libremente! Es cierto que la poesía puede conferir el don de la visibilidad al oficinista invisible, pero a veces ser visible puede resultar muy molesto, incluso puede llegar el despido

Poesía:  O puede llegar el amor. En cualquier caso, ¿alguien pensaba que la poesía no tiene consecuencias?

Dominguet: Si consigues penetrar en los trabajos y superar los controles, las máquinas para fichar, los jefes, los horarios, la presión, los contratos, el estrés, el reloj, y consigues pasear por allí como si fuera tu casa, podrían desencadenarse acontecimientos inimaginables

Poesía: Te equivocas; se desencadenarían sucesos imaginables. En cuanto imaginas algo, solo hace falta darle un pequeño soplo para que comience a tomar vida y se convierta en real, en eso consiste la poesía. 

Dominguet: Imagino que con  la poesía suelta la ciudad tendría otras formas.

Poesía: Efectivamente. Si la poesía se encuentra fuera de control en la ciudad, estaría en cualquier lugar. Y esto sería el principio de todo, y que sea el principio quiere decir que es el final de los tiempos, de los tiempos donde la poesía debía encontrarse encerrada en los libros y en los lienzos. ¿Puedes imaginarte cómo podría ser la política y la economía en una ciudad donde hubiera llegado la poesía? 

Dominguet: Imagino que habría un crecimiento exponencial de autoestima individual y colectiva y un resurgimiento de la dignidad. 

Poesía: Es  lo que tiene expresarse libremente. Por eso en cuanto salgo de los libros de poesía,  mis enemigos tratan de hacerme volver a las estanterías. Allí la poesía deja de estar en cada uno. 
Y te aseguro que antes de que pueda pasear libre por la ciudad, algunos llamarán por teléfono para saber que está pasando

Dominguet: ¿Quizá tus enemigos?

Poesía: La formula es la siguiente: a más poesía, menos autoridad, y a más autoridad, menos poesía. Es una fórmula empírica, pero creo que se podría demostrar científicamente. 






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