La imaginaria detención de Dominguet

Dominguet no ha dicho nada
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¡Dominguet ha sido detenido!

Todavía no ha ocurrido. Bueno, si, ha ocurrido en el cerebrito de Dominguet. Entonces podremos decirlo ¡Ha sucedido! ¡Dominguet ha sido detenido!

Solo querían interrogar a Dominguet, hacerle algunas preguntas, pero como no soltaba prenda practicaron con él la bañera y le pusieron unos electrodos en los testículos. Y claro, Dominguet seguía sin hablar, solo decía ¡Ay ay ay! pero eso y no decir nada, es lo mismo. Lo que no sabían los que le detuvieron es que a Dominguet estas situaciones le ponían nervioso y le inducían una cierta angustia. Y en ese estado se quedaba con la mente en blanco, y no sabía que decir. ¡El hubiera querido contar algo! ¡Pero no podía! ¡Le resultaba totalmente imposible! Sin embargo, si en vez de los electrodos le hubieran llevado a un lugar tranquilo, con música suave, con cervezas y algún cigarro de liar, y le hubieran acariciado el pelo y lo hubieran besado, entonces, Dominguet, no habría cesado de hablar, quizá demasiado.