Si por un descuido Satie volviera a tocar el piano en invierno y perdiera sus manos, todavía podría innovar y desarrollar nuevas técnicas y piezas de piano para nariz y pie
Satie hibernado
Es difícil, muy difícil, escuchar a Satie tocando el piano en una estancia muy fría
Cuando Dominguet llega a la vivienda social donde vive, cansado, cerca de la media noche, se prepara una infusión de poleo en leche aguada. El quería una cerveza. Pero emborracharse en una habitación helada mientras escribe poesía es del todo imposible. Entonces se acuerda de Satie, ¿podría tocar piezas para el piano en una estancia muy fría? Así que saca a Satie de la caja de cartón donde dormitaba desde hace cien años y le hace tocar el piano. Si. Toca y toca, pero cada vez lo hace más despacio, parece como si se estuviese congelando, y enseguida le llegan imagenes de esos montañeros a los que después de un terrible ascenso les amputan algunos dedos. ¿Debe Dominguet guardar a Satie de nuevo en su caja de cartón y dejar que duerma otros cién años? ¡No vaya a perder sus manos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario