Sobre las escuchas, los seguimientos y los micrófonos ocultos

El disfraz no le sirvió de nada. Si lo hubiera sabido antes, se hubiera expresado libremente

Sobre los seguimientos

Las encuestas dicen que más del 80% de los izquierdistas militantes creen que son objeto de seguimiento policial o parapolicial

Este periódico no duda de que sus teléfonos estén intervenidos y las cámaras se muevan a su paso. Incluso que haya micrófonos en sus locales de reunión. En el articulito de hoy no trataremos si los izquierdistas viven en una paranoia colectiva o si realmente se producen seguimientos. No, desde aquí queremos abordar el efecto desmovilizador del miedo real o imaginario sobre los militantes izquierdistas en la sociedad del control mandrileña. Llegado un punto, cambian el recorrido de sus paseos, dejan de hablar en alto, se visten como sus enemigos, en definitiva: dejan de ser ellos mismos para ser paradojicamente, el enemigo. Habría que estudiar si abandonan las organizaciones con el fin de no ser vistos, si dejan de acudir a las concentraciones solidarias por miedo a ser filmados. Si se confirmara esto, el efecto desmovilizador del miedo sería total. Lo que no saben muchos izquierdistas es que el ocultamiento y la evitación a uno le convierte en más sospechoso todavía. Y para culminar este breve articulito sobre el miedo, decir que mostrarse, sorprende más al enemigo. Mostrarse, desgasta más al enemigo y expande el compromiso a otros izquierdistas inquietos. Es cierto que pronto estaremos en alguna lista negra, ¿y qué? Cuando aparezca la represión con toda su crudeza caeran cabezas, probablemente las nuestras. Encaminarse hacia un mundo respirable quizá tenga consecuencias, pero como decía Bertrand Russell, "lo peor que nos pudiera ocurrir nos parecerá insignificante dentro de cién años" Por si acaso, pero sin caer en la paranoia les recomedamos que tengan una maleta permanentemente preparada y unas cuantas sábanas atadas para poder descender por el balcón. Ya saben, si a uno le vienen a buscar, llegarán de madrugada, cuando el izquierdista se encuentra en casa.Por si acaso lleven siempre un espray de pimienta en el bolsillo. Pero mientras tanto, por favor, en aras de la autoestima individual, el amor propio y la alegría revolucionaria, vivan sin miedo