Dominguet tratando de escapar
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Fuga subterranea
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Fuga subterranea
Mandril es inmenso, ya lo hemos dicho muchas veces, es una prisión inconmensurable. En sus visiones, Dominguet se ve cogiendo el pico y la pala que tiene tras la puerta, para comenzar su fuga
Una fuga subterranea, como en las películas, excavando galerias hacia las profundidades de la tierra, destrozando rocas graníticas, viendo como los túneles por los que avanza se derrumban tras su paso. Ya no puede volver. Dominguet espera encontrar en su periplo subterrareo un gigantesco topo de 40 metros de eslora y que de su interior aparezcan hombres y mujeres barbudas y le besen en los ojos y le lleven hacia un mundo subterraneo, libre, en espera hasta la conquista de la superficie de la tierra. De momento continúa horadando la tierra en solitario. Esperemos que no llegue hasta el magma ardiente y acabe abrasado por él.
3 comentarios:
Tranquilo, excavador Dominguet, lo del magma es un mito.
En buena lógica, lo que hay en el centro de la tierra es un mecanismo de relojería tipo cucú suizo.
¡Cómo si no iba la tierra a girar sobre su eje!
Vale, pues la decisión a iniciar cualquier aventura subterranea siempre se ve paralizada por el magma ardiente. A no ser,claro, que tal aventura transcurra a poca profundidad
Ajá, así que en lugar de cavar hacia abajo el astuto excavador Dominguet piensa hacerlo de perfíl...ummm, si es así tu túnel puede tener una longitud equivalente a las superficie completa de la esfera terrestre (o por el contrario demostrarás que la esfericidad de la tierra es un bulo, que es plana y que, insisto, en el centro tiene un reloj de cucú)
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