domingo, 19 de diciembre de 2010

Algunos cambios en la guerra contra la Empresa de la Vivienda de Mandril



La poesía como arma

Cambios en la declaración de guerra contra la Empresa de la Vivienda de Mandril.

Hasta hace unas horas Dominguet estaba dispuesto a ingresar en ETA para solucionar algunos problemas técnicos que le afectan a su vida cotidiana.Bién, ha cambiado de estrategia. Desde este mismo instante utilizará la poesía como arma cargada de futuro. ¿Imaginan que la poesía llega al ministerio de economía? En menos de 24 horas el ministerio de economía se vendría abajo. Sin duda este es el motivo por el que se obstaculiza la poesía. Pero esto no significa que las cosas no deban explotar. En las explosiones hay poesía. ¿Son recuperables las autopistas para la poesía? Quizá solo en su explosión, en su reconversión en vergel, en su transformación en sendas arboladas con fuentes que interconecten el planeta. Pero vayamos al asunto que nos importa; la guerra contra la Empresa de la Vivienda de Mandril. ¿Cómo declarar una guerra poética? ¿Cual será la nueva estrategia? Durante todo un año Dominguet dejó su bicicleta en la calle y no se la mangaron ni la machacaron como sucedido en otras ocasiones. Solo se llevaron un texto de Alberti que dejó en el manillar y decía así:


Muchos tienen un yate
y muchos más un automóvil
y hay muchos que también tienen ya un avión.
Pero yo,
a mis cincuenta años justos, tengo sólo una bicicleta.


2 comentarios:

angola dijo...

Cuántos kilos de marfil se necesitan
para construir el teclado de un piano?.
¿cuántas toneladas de elefantes hay que abatir
para escuchar en los salones
una polonesa de Chopin?
¿Cuántos bosques más deben talarse
a cambio del placer de Shakespeare o Quevedo?

¿Cuántas montañas se deben arañar
para que el metal y la piedra sueñen
entre las manos de Brancusi o Giacometti?
¿Cuántos esclavos de guerra se deben emplear
para que los tiranos levanten sus cruces,
construyan sus pirámides...?

¿Cuánta naturaleza hay que ultrajar
para que las top-models nos fascinen
con sus potingues, sus sombras, sus pestañas postizas,
por la divina comedia de las revistas y las pasarelas?

¿Cuánta ignorancia más se debe financiar,
cuánta depredación se debe tolerar,
cuánta vida se debe exterminar
para que lo vacuo, el lujo, la fanfarria
nos entretengan y nos envilezcan?

La muerte se exhibe con distante belleza,
retorcida cosmética, seductores demonios,
pero huelen tanto a descomposición
todas sus industrias y sus estrategias,
que a veces quisiera dejar de escupir,
pintar, escribir, cantar, contemplar,
para no ser Cómplice, ni un segundo más,
de la Casquería.


(Ángel Petisme)

Poemitas como estes se pueden mandar con la declaración de la renta...aúnque los de vivienda ni se van enterar. Despues están los muros de hormigón como soporte para la nueva poesía (hasta que se nos caiga la cara de verguenza).
Si te interesa la propuesta me lo haces saber...y te mando más. Estoy haciendo una antología de poesía con metralla.

Dominguet dijo...

Pués si, estoy pensando enviar un burofax poético -si ello es posible- o pasar por registro un acontecimiento -el mio- narrado poeticamente- con dibujos y fotos del desastre habitacional. ¿Cómo lo contemplarán? ¿Cómo se tramita administrativamente?

Quién sabe. Igual ante la poesía, la maquinaria burocrática se desburocratiza.

 
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