Uno de los voluntarios que viajará a una estrella cercana en busca de algunos kilos de luz
¡Problemas con la luz!
Apenas faltan unos minutos para que amanezca en Mandril y ya comienzan a sonar los despertadores. Los mandrileños salen a las calles. Sin embargo jamás verán el amanecer.
Ya son las ocho y el Sol todavía no ha salido. Y son las diez y el Sol sin aparecer. Las gentes se inquietan. Encienden radios y televisores, pero son las doce y todavía es de noche. Nadie sabe nada ni si volverá amanecer.
1 comentario:
Es la hora de los gatos pardos, los búhos y el silencio reflexivo ante las hogueras.
(Gracias, noche eterna, por regalarme tus gafas negras)
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