¡Rechaza el Premio Nobel!
Mediante control remoto es posible reenviar ciclones y huracanes hacia un colosal generador eólico y transformar dicha energía aerodinámica en energía eléctrica suficiente para cubrir todas las necesidades planetarias
Gracias a unos cuantos estímulos cerebrales y unos sencillos ejercicios es posible potenciar la mente con el fin de teledirigir mediante telequinesia a los ciclones. Pues bien; por suerte Dominguet jamás la recibirá la pasta y el prestigio de otorgan estos premios. De ser así, engordaría, crearía una familia y su potencial mental se vería seriamente dañado. ¿Que haría Dominguet con su potencia mental al 100%? Enviar huracanes hacia torres gigantescas, centrales nucleares, campos de fútbol, infinitas autopistas, cadenas de televisión y radio, la Bolsa de Mandril, parques temáticos, centros comerciales, aeropuertos, bancos y cuarteles militares, absorbiendo a su paso a informáticos, grandes propietarios, automóviles, policias, arquitectos, urbanistas, hombres de negocios, periodistas, guionistas de televisión y supertécnicos. Pero nunca ocurrirá. Dominguet sigue muy atareado a diario lavando miles de platos y menguando un poco su psique todos los dias, y aunque esta situación nos impida obtener energía barata, por otra parte se mantendrán los ciclones y los vientos huracanados en su sitio, es decir, donde siempre han estado, lejos de Mandril.
Al parecer, mediante este premio uno deja inmediatamente de ser un gilipollas
Gracias a unos cuantos estímulos cerebrales y unos sencillos ejercicios es posible potenciar la mente con el fin de teledirigir mediante telequinesia a los ciclones. Pues bien; por suerte Dominguet jamás la recibirá la pasta y el prestigio de otorgan estos premios. De ser así, engordaría, crearía una familia y su potencial mental se vería seriamente dañado. ¿Que haría Dominguet con su potencia mental al 100%? Enviar huracanes hacia torres gigantescas, centrales nucleares, campos de fútbol, infinitas autopistas, cadenas de televisión y radio, la Bolsa de Mandril, parques temáticos, centros comerciales, aeropuertos, bancos y cuarteles militares, absorbiendo a su paso a informáticos, grandes propietarios, automóviles, policias, arquitectos, urbanistas, hombres de negocios, periodistas, guionistas de televisión y supertécnicos. Pero nunca ocurrirá. Dominguet sigue muy atareado a diario lavando miles de platos y menguando un poco su psique todos los dias, y aunque esta situación nos impida obtener energía barata, por otra parte se mantendrán los ciclones y los vientos huracanados en su sitio, es decir, donde siempre han estado, lejos de Mandril.
Al parecer, mediante este premio uno deja inmediatamente de ser un gilipollas
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