¡Los mandrileños toman el poder!
Hace años que se incorporó experimentalmente un botón en los semáforos que al ser pulsado permitía al peatón cruzar grandes avenidas. Se estudió entonces las reacciones de los peatones y tras años de debates se llegó a siguiente conclusión: el ciudadano ya estaba preparado para participar en una democracia moderna.
Al poco tiempo la primera promoción de imitadores profesionales obtuvieron su diploma y fueron llevados a una especie de oficina de la Presidencia de la Comunidad de Mandril. Tras conseguir un contrato de seis meses prorrogable esperaron sentados cerca de un teléfono que pronto comenzó a sonar dia y noche, incluso domingos. Era el síntoma de que los mandrileños habían tomado el poder. Me explico. La creación de un número de teléfono directo para hablar con la presidenta de Mandril necesitaba de cientos de profesionales que consiguieran imitar fielmente la voz de Esperanza Aguirre. Y así, si un ciudadano limpio y honrado estimaba que había que emprender mejoras en la ciudad, la voz de la presidenta, al otro lado del teléfono le tranquilizaba, tomaba nota, le daba las gracias, y así el ciudadano se iba a dormir tranquilo. De esta manera y no de otra fué como los mandrileños llegaron al poder. La paz social se extendió por toda la ciudad. Las gentes se sentían parte del poder. El botón del semáforo nunca funcionaba, pero nos hacía a todos un poco más felices.
Despues de años haciendo chanzas sobre la presidenta de Mandril, Dominguet dió por finalizada su juventud al emplearse como teleoperadora para imitar la voz de la presidenta junto a setecientos cuarentagenarios
2 comentarios:
Una pregunta. Simple curiosidad. ¿De dónde sacaste la foto de Juan Antonio Corretjer?
Me gusta mucho este blog. Una pena que soy amante del papel. Me gustaría leer algunas de estas notas en un semanario papirófilo.
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