¡Última explosión nuclear!
En Mandril hay un barrio llamado Sanchinarro. Pues bien, yo digo: ¡Muerte a Sanchinarro!
El Alcalde quiso levantar un barrio amable, y construyó Sanchinarro. Sanchinarro tiene aceras, pero podría realmente no tenerlas ¿Para qué hacen falta? No hay ningún lugar a donde ir en Sanchinarro. Bueno, si, un Corte Inglés y un Caprabo y un multicentro comercial, lugares a donde uno debe ir a comprar el pan en coche. Y ciertamente, para ir a tales lugares ya no son necesarias las piernas, ni por lo tanto las aceras. Así, si usted se dispone a vivir en Sanchinarro adquiera un coche y un arcón congelador para guardar la compra semanal. Es un barrio amable. No hay nadie paseando por las calles. No hay tiendecitas de barrio, no hay niños jugando ni viejos sentados en un banco. No hay nada. No hay ruido, solo el del motor de los coches y los gritos de los locos que comienzan a medicarse.
Nos temiamos que algo parecido iba a pasar más tarde o temprano
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