¡El hombre feliz existe!
Le encontramos hace unos dias. Se estaba riendo. No paraba de reirse. Cuando llegó la ambulancia no trató de huir, solo se reía.
No nos hacía nada de gracia el hombre feliz. Por eso una llamada anónima le envió directamente a un psiquiátrico. ¡Basta ya de que se ria de todos y de todo! Ya no se ríe. Con tanta medicación le resulta imposible.
¡No nos hace ninguna gracia!
No nos hacía nada de gracia el hombre feliz. Por eso una llamada anónima le envió directamente a un psiquiátrico. ¡Basta ya de que se ria de todos y de todo! Ya no se ríe. Con tanta medicación le resulta imposible.
¡No nos hace ninguna gracia!
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