Sobre el asunto de los hijos

Retrato de Dominguet cuando era Dominguet
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A favor de los niños

"Por lo que a mi respecta, he elegido: estaré al lado de los niños. Y ayudaré a los niños, no a volver a vuestras casas, vuestras fábricas, vuestros colegios, vuestras leyes y vuestros sacramentos, sino a violarlos."

Jean Genet "El niño criminal"

La evaporación de Dominguet puede suceder de un momento a otro, los hechos lo demuestran contundentemente

Cuando en la ciudad de Mandril hizo aparición un brote de meningitis miles de padres trataron de asaltar las farmacias en busca de un remedio. Ellos querían a su hijo, querían una vacuna para su hijo, y al resto que les dieran, por así decirlo, por culo. Un padre siempre quiere lo mejor para su hijo, y eso quiere decir, sin lugar a dudas, que su hijo sea mejor que el resto. El hijo de Dominguet está ahí, el pobre, mirándole a los ojos. No tiene ningún futuro ni nunca será mejor que el resto de los niños. Son las doce del mediodia y no ha ido a la escuela, y como siga así y pasen los minutos, igual acaba por no ir a la oficina ni tan siquiera a la fábrica. Lástima de tiempo perdido dibujando corazones en las paredes. Si hubiera aprendido a diseñar cerraduras en lugar de técnicas para abrirlas, podría haber sido de mayor algo parecido a un adulto perfectamente normal. Pero claro, este niño no existe, si existiera, acabaría tutelado por los servicios sociales. Pero si ese niño existiera, y no fuera tutelado por el Estado, y Dominguet se hubiera evaporado, no lo duden, se encaminaría hacia las sendas del diseño de cerraduras. Un niño con proyección de futuro. En Mandril los hijos se han convertido en un asunto para la realización de las clases medias, como las casas autolimpiables. Los friegaplatos tambien tienen derecho a tener niños, claro, pero deben olvidarse de volver a hablar en voz alta. Por otra parte el terapeuta de Dominguet cree que si Dominguet se empeña en su hijo debería renunciar a algo, por ejemplo, a este periódico, es decir al mismísimo Dominguet.