Usando las gafas de John Carpenter usted verá la realidad tal cual es. Sin embargo, también conviene ver la realidad que vendrá con un nuevo modelo de gafas que ya se está construyendo
Nuevos escritos sobre las gafas
Las gafas de la película Están vivos que John Carpenter entregó a Dominguet nos revelan que la realidad es a blanco y negro y que no mola. No mola nada.
¿Quién va a querer ver, y llegado el caso, enfrentarse a una realidad tan fea como la que muestran las gafas de John Carpenter, si la vida sin gafas mola mucho más? Este periódico está decidido a mostrar la realidad tal cual es, de acuerdo, pero al mismo tiempo quiere proponer otro modelo de gafas. Estas gafas que ya se están construyendo en el laboratorio de Dominguet son combinables con las gafas de la película Están vivos. La particularidad del nuevo modelo de gafas permitirirá ver la realidad que llegará, y la realidad que llegará será a color, pero no del color de la representación del mundo que vemos sin las gafas. La realidad que llegará y que proximamente podremos ver será a todo color, si, y cubrirá todo el espectro electromagnético de la luz visible. Un ejemplo:
A) Sin gafas usted verá un Starbucks donde la publicidad nos dice que se sirve café de precio justo
B) Con las gafas de la pelicula de John Carpenter usted podrá mirar al Starbucks y ver la barbarie en directo
C) Con las gafas de Dominguet el Starbuks habrá desaparecido, y en su lugar encontrará la realidad que llegará. Los analistas de este periodico creen que tendrá la siguiente forma: unos amantes del café se habrán instalado en la esquina donde en el pasado hubo un Starbuks, y quizá sirvan café a los paseantes mientras nos cuentan su aventura vital, o quizá dibujen en un cuaderno un mecanismo básico que impulse a un objeto a superar la gravedad, exactamente como les enseño una cuadrilla de niños en la selva colombiana, y con el que un apasionado de la poesía y constructor de cuadernos se decida a moldear algo parecido a un vehículo volador con el que llegar a Marte.
Solo una advertencia. La redacción de este periódico recomienda no usar las gafas a diario, pués podrían hacerle olvidar la realidad. Tal uso escapista nos llevaría a permanecer impasibles, esto es, a no tranformar la realidad, y si no se transforma la realidad, nos encontrariamos cada vez más lejos de la realidad que vendrá, porque lo que queremos no es ver la realidad que vendrá con las gafas de Dominguet, sino vivirla aquí y ahora.
¿Quién va a querer ver, y llegado el caso, enfrentarse a una realidad tan fea como la que muestran las gafas de John Carpenter, si la vida sin gafas mola mucho más? Este periódico está decidido a mostrar la realidad tal cual es, de acuerdo, pero al mismo tiempo quiere proponer otro modelo de gafas. Estas gafas que ya se están construyendo en el laboratorio de Dominguet son combinables con las gafas de la película Están vivos. La particularidad del nuevo modelo de gafas permitirirá ver la realidad que llegará, y la realidad que llegará será a color, pero no del color de la representación del mundo que vemos sin las gafas. La realidad que llegará y que proximamente podremos ver será a todo color, si, y cubrirá todo el espectro electromagnético de la luz visible. Un ejemplo:
A) Sin gafas usted verá un Starbucks donde la publicidad nos dice que se sirve café de precio justo
B) Con las gafas de la pelicula de John Carpenter usted podrá mirar al Starbucks y ver la barbarie en directo
C) Con las gafas de Dominguet el Starbuks habrá desaparecido, y en su lugar encontrará la realidad que llegará. Los analistas de este periodico creen que tendrá la siguiente forma: unos amantes del café se habrán instalado en la esquina donde en el pasado hubo un Starbuks, y quizá sirvan café a los paseantes mientras nos cuentan su aventura vital, o quizá dibujen en un cuaderno un mecanismo básico que impulse a un objeto a superar la gravedad, exactamente como les enseño una cuadrilla de niños en la selva colombiana, y con el que un apasionado de la poesía y constructor de cuadernos se decida a moldear algo parecido a un vehículo volador con el que llegar a Marte.
Solo una advertencia. La redacción de este periódico recomienda no usar las gafas a diario, pués podrían hacerle olvidar la realidad. Tal uso escapista nos llevaría a permanecer impasibles, esto es, a no tranformar la realidad, y si no se transforma la realidad, nos encontrariamos cada vez más lejos de la realidad que vendrá, porque lo que queremos no es ver la realidad que vendrá con las gafas de Dominguet, sino vivirla aquí y ahora.
2 comentarios:
En cualquier caso, Dominguet, nos cargamos el Starbucks, ¿verdad?
El inmediato presente me exige que así sea.
Podríamos empezar por uno que tenga una sucursal bancaria al lado. Hay que economizar los esfuerzos.
Pellicer, ya lo sabes, por mi de acuerdo,
¿Con piqueta, fuego, o mediante ocupación?
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