Mandileña votando contra el PP
¡Nuevo sistema electoral prágmático!
Como la redacción de este periódico ha sustituido los expertos por friegaplatos, se puede permitir desplegar algunas ideas para renovar el sistema electoral vigente. La propuesta no es lo que le mola a ¡Terrible! para Mandril, de hecho lo que deseamos es una democracia directa organizada en cientos de miles de asambleas. Pero ante el temor de que el trabajo de friegaplatos miniaturice el cerebro de Dominguet, ha decidido hacer público un sistema electoral alternativo que se le ocurrió en el metro de Mandril, de vuelta a casa.
El sistema electoral propuesto no suma votos, sino que resta. No se vota al partido que uno desea, sino al partido que no se desea. Así, el partido con más votos sería el que menos representación tendría. Supongamos que un partido propusiera realizar un progromo con aquellos que no midieran más de 1,50 metros de altura. Aunque una gran parte de la población estuviera de acuerdo con la medida, estamos seguros que los mandrileños de menos de 1,50 votarían en contra del partido que propusiera tal medida. Y claro, obtener votos , sería lo peor que a un partido le pudiera ocurrir. Mucho nos tememos que los programas electorales serían del todo amigables con el fin de no ganarse enemigos que acabaran votando en contra. De esta manera, partidos de implantación nacional como el PSOE o PP, perderían reprensentación en el nuevo parlamento. Este modelo de sistema electoral no garantiza nada, es verdad, pero durante unos años creemos que sería más divertido y volvería de nuevo la participación electoral. Para comprender mejor el mecanismo de dicho sistema electoral, decir que el votante podría votar en contra de todos aquellos con los que no simpatice. Me explico; si hay cien partidos que se presentan a las elecciones tendría la posibilidad de votar a cien partidos si lo desea.
3 comentarios:
¡Guau! ¡Incluso yo me permitiría votar por primera vez en mi vida! Nunca lo he hecho, y debe resultar emocionante, sobre todo si puede uno votar "contra", y cien veces.
En realidad el día que se me ocurrió el nuevo sistema electoral, me dolía un poco la cabeza.
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