Llamamiento a todos los tunecinos

Adios Ben Alí, adios

¡Tunecinos, un esfuerzo más si quereis introduciros en la máquina del tiempo!

Tunecinos, habeís cortado la cabeza de Ben Alí. Bueno, la cabeza de un muñeco de goma que se parecía a Ben Alí, más que nada porque Ben Alí se largado de Tunez a toda ostia. Pero mirad a vuestro al rededor, ¡cuantas cabezas os están esperando!.

En estos precisos momentos se ha abierto una puerta espacio-temporal que puede llevar a Tunez al futuro, es como un atajo. Lo importante es no tener miedo. Abrid unas sandias a pedradas y coméroslas después; son las cabezas de todos aquellos que poseían más poder que tú. Desde este mismo momento, poneros unos tapones en los oidos, noo obedezcais orden alguna que provenga de canales piramidales. Ben Alí no está, pero ya hay otro capullo en la reserva. Despedir a vuestros jefes. Expropiar toda propiedad extensa y entregadla a la peñuqui. Y cuando digo la peñuqui quiero decir la peñuqui. Ocupad el palacio presidencial: no lo abandoneis jamás, plantar un huerto en su patio, que los punkis lo rieguen y presidan las asambleas. Abrazad el nuevo islam refundado; es cierto, todavía no está escrita la segunda parte del Corán, pero será atractivo y fulminará a Dios, la banca, los jefes y la industría del automóvil. Rescribir las primeras lineas de lo que será la escuela mundial, es decir, releer Ivan Illich. ¡Tunecinos! ¡Alerta! Introduciros en la máquina del tiempo y dar un salto al futuro, antes de que se cierre la puerta y en apenas unas horas comiencen los engaños otra vez. ¡Ah!, se me olvidaba: desmilitarizar a los militares antes de que sea demasiado tarde, comprimir el ejército y haced una especie de pelota. Darla una fuerte patada y enviadla al espacio. Al mismo centro del sol.