¡No tenga miedo a pisar una! ¡Son para todos los públicos!
Minas personales anarquistas
Es normal que la gente tenga miedo de la minas personales. Tienen miedo de lo que ocurrirá después. Nosotros se lo diremos: tras la violenta explosión serán lanzados por la onda expansiva contra una tonelada de algodón. Creemos que después serán imparables.
Aquellos que pisaron por azar alguna de las minas personales abandonaron para siempre el miedo. Mientras las minas antipersonales del viejo mundo desmembraban y aterrorizaban, las minas personales destrozaban ferozmente el miedo. Así que empezamos a dejar algunas de las minas en lugares estrategicamente seleccionados, por ejemplo, a la salida del Corte Inglés, la entrada al trabajo, los accesos al Carrefur, las areas de descanso de las autopistas, discotecas y playas, parques de atracciones y lunapark, familias nucleares y colegios. En realidad la lista que confeccionamos era bastante más extensa. Todo lugar de la vida cotidiana era suceptible de ser explotado por una de las minas personales que construíamos en las cocinas de nuestras casas mientras cocinábamos unas lentejas y nos tomábamos un té. Y de repente un ruido ensordecedor. El té se desbordaba de la taza y nos asomábamos corriendo al balcón y descubriamos a un hombre, al principio, algo confuso, y más tarde decidido, abandonado su automóvil en mitad de la calzada. Nunca vimos hombre con tanto valor.
3 comentarios:
Cuando tengas una de esas minas, por favor, pásamela, ¡ya es hora de pisarla!
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