Muñecos articulados de goma y el fin del mundo

Un muñeco de goma articulado mostrando a los periodistas de ¡Terrible! una máquina de absorber fin del mundo defectuosa

Primeros minutos del fin del mundo

Todo sale justamente al revés de que como habiamos proyectado. Si desde este periódico hemos llamado a la construcción del hombre nuevo, cada uno el suyo, con ayuda si se desea de uno y otro en el patio de casa, la cocina, o el laboratorio, para reconstruir el mundo; lo que ha ocurrido es exactamente lo contrario. Tenemos un duplicado, en goma, de cada uno de nosotros. Y allí está, en el sofá, viendo la programación matinal y los primeros minutos del fin del mundo en directo.

No sabemos cuando empezaron los primeros minutos del fin del mundo, pero ya han pasado algunas horas. No me atrevo a precisar cuantas. Pero ser las primeras personas que nos encontramos, de lleno, en el fin del mundo, es del todo excitante ¡Lástima que no podamos contárselo a nuestros nietos! Vivimos un tiempo histórico sin precedentes, con dobles de goma articulados, réplicas muy convincentes de nosotros mismos, y muy persuasivos, que nos convencen dia y noche para pasar unos minutos más con ellos en el sofá, viendo la programación nocturna, asistiendo indiferentes, a veces algo inquietos, a los desastres que se acumulan uno tras otro en cada poro del gran Mandril y de nuestros cuerpos. El fin del mundo se desarrolla de alguna manera según lo habiamos planificado, sin grandes explosiones, de momento. Algunos técnicos trabajan en el diseño de una máquina capaz de absorber miles de litros de fin del mundo por minuto, pero de momento, tan solo han conseguido que genere más fin del mundo del que absorbe. La verdad es que tampoco se emplean con demasiada pasión.