sábado, 7 de mayo de 2011

Clase Obrera y el monstruo de Frankenstein

 Encuentro nocturno entre el monstruo y Dominguet

El monstruo llama a la puerta de Dominguet en la madrugada

 "¿Quién es el monstruo?" se pregunta Dominguet durante la noche. Durante un instante ha visto algo moverse ante su puerta. Era el monstruo.

Monstruo: ¡Hola!
Dominguet: Pero..pero...¡Si eres La Clase Obrera!
Monstruo: En efecto, soy producto de una menta enferma. Las élites me crearon. Nací en el seno de la Sociedad Industrial
Dominguet: ¡Eres horrible! ¡No te acerques a mi!
Monstruo: ¡Oh, no! ¡Tú no! No me rechaces tú también. En cuanto me crearon renegaron de mi y me abandonaron a mi suerte. Me excluyeron del  mundo y me negaron los placeres de la vida y las pasiones. Me negaron el amor. Me odiaron y despreciaron. Huyeron de mi compañía. ¡Me he sentido tan solo! Solo he recibido golpes
Dominguet: ¿Y qué has hecho mientras tanto?
Monstruo: Prometí venganza. Declaré la guerra al mundo. Pero mi soledad era tan insoportable; negocié paz a cambio de compañía
Dominguet: ¡Ah! Y claro, construyeron otro monstruo para tí, otro producto de la Sociedad Industrial, algo que no te hiciera sentir tan solo. Me temo que te engañaron; crearon otro monstruo e hiceron que pagases por ello. Todos esos subproductos que se amontonan en las escombreras, en los basureros, en las cunetas ¿son tus compañeros? En realidad te sientes solo, más solo aún. Renunciaste a tú guerra contra el mundo ¿y en qué te has convertido? Estás todo el dia empastillado
Monstruo: ¡Ohhhh! (grito desgarrador) ¡Tengo millones de kilos de amor que entregar!

 (Dominguet se encuentra desconcertado, le va a entregar su mano para reconfortarle, pero la retira en el último momento)
Monstruo: Soy monstruoso, he estado demasiado tiempo consumiendo soma
Dominguet: Lejos de aquí todavía hay onduladas colinas verdes. Tú no tienes ningún futuro. Desaparecerás exactamente el mismo día que desparezca la Sociedad Industrial. Si tienes niños, los niños del futuro, serán hermosos, en nada se parecerán a tí, pero serán tus hijos. Matarán a tus creadores, declararán la guerra al mundo, y no pactarán tregua alguna ni les embaucarán con compañeros de goma.
Monstruo: (Aquí el monstruo mira al Dominguet a los ojos) Te quiero (llorando)
Dominguet: Yo también te quiero, pero mantente lejos de mi lado

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Humm!!

Querido Dominguet,

Esto que dices de que la clase obrera es como el monstruo de Frankenstein me recuerda una cosa que se me ocurrió hace ya años, viendo La noche de los muertos vivientes, de George Romero.

La peli es del año 68, curiosamente. Prensenta hordas de zombis hambrientos de comerse la carne de las personas bien. Bueno, no te voy a contar el argumento, sólo digo que los protagonistas se refugian en una casa, de estas casas amercanas tan bonitas y pulidas, con su porche, su bodega... bueno, y allí se atrincheran y reproducen estructuras patriarcales y jerárquicas para defenderse de la horda. En realidad, con eso de encerrarse en la casa me parece que están defendiendo esta ficción de los valores de la clase media, lo que se llamaba antes pequeña burguesía y acoplados.

Porque la horda de zombis a mí me ha parecido siempre una especie de fantasma pequeñoburgués de la revolución obrera.

Luego hay otras pelis de género, tipo El amanecer de los muertos o 28 días después. Ya me falla la memoria, pero en una de ellas, los protagonistas van a refugiarse a un centro comercial. Ni más ni menos: al mercado. Y luego la misma historia de oranizarse en torno a un líder, y los valores familiares que se cuelan.

Siempre me ha parecido sintomático. Y como parece que tienes la cabeza en su sitio (o sea: en las nubes), pues lo digo aquí, que seguro que también lo leen personas de parecidos pareceres.

Pues eso.

Abrazos! ;)

Dominguet dijo...

Muy interesante todo lo que comentas, me ha gustado mucho. Especialmente me ha llamado la atención que la idea de que la horda de zombis te haya parecido una especie de fantasma pequeñoburgués de la revolución obrera.

Es natural sentir amor por la clase obrera, así como horror. La unica hoja de ruta que tiene la clase obrera es escapar de su condición. Como han abandonado la conciencia crítica y deseo por la emancipación, juegan a la lotería. ¡Quieren ser Botín! ¡Que otro trabaje para ellos!

¿conoces alguna película donde se haya desplazado el punto de vista al lugar de los zombis? ¿Qué es lo que quieren?, ¿qué desean? ¿cómo se organizan? ¿Qué harían si toman el centro comercial? ¿tienen jefes? ¿quieren ser Botin? ¿tienen formas culturales propias?

Y ya puestos; no te parece que la idea de clase obrera-zombis que existe entre la clase media, es exactamente la misma que tiene la clase obrera autóctona de la clase obrera-zombis que llega de fuera?

un saludo!

Dominguet dijo...

iba a hacer un comentario más sobre el mostruo del frankenstein y la clase obrera, pero lo dejo para un próximo articulito

Anónimo dijo...

ahora las zombis vienen en patera...
o al menos eso nos intentan hacer creer los medios.

Anónimo dijo...

Querido Dominguet,

Perdona que haya tardado tanto en contestarte, he estado un poco perdido, no sé muy bien por dónde.

A tus preguntas sobre alguna posible película en que el punto de vista sea el de los zombis, te contesto que la verdad es que no tengo mucha idea de cine.

Debe de ser complicado, porque un "monstruo" es siempre algo así como un síntoma neurótico: no puedes hurgar mucho en ello porque se deshace en las manos y te curas de las aprensiones, cosa que no interesa para el caso en que estamos.

Lo más que se me viene a la cabeza sería el Potemkin, o La huelga, de Eisenstein, pero ahí no hay monstruos... son relatos en clave marxista clásica de una clase obrera épica, heróica, en marcha... es salirnos un poco del tono lúdico-lírico que tiene tu periódico. Aunque como pelis, a mí me ponen la carne de gallina, oye...

Sobre lo que comentas de la mirada que ve zombis en los trabajadores de origen no español por parte de los que sí han nacido en esta cárcel, pues... hombre, no sé hasta qué punto. Sí es cierto que está ese cliché, y que se difunde por canales masivos, que suelen ser privados o de poderes no muy proletarios que digamos. Por eso creo que esa visión existe, pero que viene a ser como ese prejuicio contra los norteafricanos, "los moros", que tan absurdo se ha demostrado con los movimientos que se están dando en Túnez, en Egipto (hablo de las reacciones por abajo y no de la mano que el imperialismo pueda tener metida). Quiero decir que no es una alucinación producto de la tontería de la clase obrera, sino más ideología burguesa todavía, con la función específica de impedir la cohesión de la clase obrera.

Y sí, claro, quiere ser Botín. Pero por lo mismo: no hay referentes que no se hayan vendido, por eso campa la ideología asfixiante en que estamos metidos, embotellados.

Pero todo con sus matices, que yo conozco obreros que no están por ser un Berlusconi, un Carlos Slim... Vamos que... que yo me fío de la gente.

A la vez que entiendo porque llamas frankensteina a la clase obrera. Mucho dirigismo, mucho achatar la imaginación para no ver más allá del próximo fin de semana. Muchas carencias.

Muchos abrazos Dominguet ;)

Dominguet dijo...

Yo no soy un experto en clase obrera, pero tengo que reconocer que soy parte de la clase obrera. Advierto algunos detalles: la clase obrera es de extrema derecha, es exageradamente niveladora, pero de una nivelación negativa (recuerden la frase: o todos moros o todos cristianos, muy popular en mi curro).

Cuando comencé a leer Frankensteín, el monstruo "nace" ultrasensible. Es un corazón. tiene afán de ser mejor y ser mejor para los demás, de ser amado y de amar, de adquirir conocimiento y vivencias. Pero es rechazado por todos. Es ahí cuando comienza su deriva violenta. A mi la verdad, me recuerda a la clase obrera que no puede dejar de ser clase obrera, atrapada en si misma, como el monstruo con su cuerpo. No hay que olvidar que la clase obrera nace con la sociedad industrial. Quizá no se trata de crear una clase obrera mejorada, más guapa, sino de liquidarla, y para acabar de una vez por todas con la clase obrera lo mejor es terminar con la sociedad industrial. Pero ni la propia clase obrera quiere acabar con la sociedad industrial, es decir, en realidad, la clase obrera no tiene ningún interes en acabar consigo misma

 
Free counter and web stats