Definitivamente, tener los pies puede resultar ser muy contagioso
El chico de los pies verdes
Cuando el chico de los pies verdes a llegó Mandril enseguida fue detenido
Lo único que él hacía era caminar, y según caminaba el mundo conocido se transformaba. Por donde pisaba se extendía inmediatamente un manto verde de hierbas y adventicias que pronto eran conquistadas por saltamontes y caracoles. Si abría la puerta del banco o del supermercado, enseguida se cubrían de hierbajos y cardos.
A su paso se abrían verdes praderas, hasta que fue detenido.
Qué hermosa era la cárcel donde se encontraba preso. Cubierta de flores y de hiedras.
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