Hacia un gobierno mundial de fantasmas locos
Menos del 99,9 de la población del gran Mandril reconoce haber visto alguna vez al presidente del gobierno. Esto es una cantidad despreciable. Un ser de estas características, en realidad no existe.
Paseando al recién nacido en el mundo del gobierno de los fantasmas locos
Menos del 99,9 de la población del gran Mandril reconoce haber visto alguna vez al presidente del gobierno. Esto es una cantidad despreciable. Un ser de estas características, en realidad no existe.
Que solo el 0,01 por ciento de los mandrileños haya visto alguna vez al presidente del gobierno dice muchas cosas:
1) Lo primero que nos dice es que si lo hemos visto, no podemos estar seguros que fuera él. No digo que fuera un impostor, pero si no es un impostor podría quizá ser un autómata
2) Los porcentajes coinciden. Cuando se dice que "Somos el 99%" este porcentaje coincide con el 99% que jamás ha visto a su presidente. Ahora bien ¿Quién ha visto al presidente?
3) El 1% de la población. O quizá menos. El 1% de la población afirma haber visto al presidente. Este porcentaje disminuye mucho más si nos preguntamos con quién toma café, quién son sus amigos, con quién folla o con quién se mete coca. En otras palabras, usted no se encuentra en su círculo de influencia. Podemos asegurar que el círculo de poder que ve directamente y toca al presidente, no supera el porcentaje del 0,0001 de la población. Probablemente este porcentaje sea mucho menor. Algunos autores lo cifran en el 0,00000063%
4) El 0,00001 de la población dice haber visto al presidente. Esto es como decir que no lo ha visto nadie. Mucha más gente afirma haber visto a la virgen aparecer sobre un pino carrasco a las afueras de Mandril. Tener la posibilidad de ver a la virgen o al presidente, no otorga don alguno ni privilegio. Solo indican que uno está loco.
5) Están locos. Todos aquellos que desayunan, tocan, o follan con el presidente están locos. En realidad tampoco existen. Son tan pocos los que follan con el presidente que no podemos estar seguros ni siquiera que existan. Seres que se mueven entre seres inexistentes, son fantasmas. Un hombre que no existe que habla con otro hombre que no existe es un fantasma enloquecido.
6) Gobierno mundial de fantasmas locos. Nos encontramos bajo un gobierno mundial de fantasmas locos. No los vemos, pero notamos su presencia. No existen, pero recibimos el impacto de sus ostias. Ya es hora pues, de llamar a los cazafantasmas.
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