¡Dios mola!
Digámoslo claro. Follar era una forma sana de adelgazar hasta la aparición del Sida. Lamentablemente, la sustitución del sexo por bollos y alcohol, desatará muy probablemente de nuevo la cólera de Dios.
La gula es pecado. Pero es más pecado si engorda. Dios no creo la obesidad por aburrimiento, sino para castigar a los grandes comedores y bebedores. Por eso mismo emborracharse diariamente está penado con el infierno. Y no porque uno se quede durmiendo la mona el dia del señor o deje de acudir a misa o al trabajo, sino porque beber demasiado alcohol engorda. Usted pretenderá refutarme con el tópico de que el agua no engorda, que uno puede beber y beber agua y no engordar jamás. En su infinita sabiduria Dios hizo que la hierba y el agua no engordaran. ¿No les parece casualidad que la médicina nos alerte continuamente de lo necesario de beber litros y litros de agua y comer fibra? Sin embargo nadie come hierba ni bebe agua. ¿Por qué motivo iba a castigar Dios a aquellos que beben agua y comen hierba? Todo bebedor de agua y comedor de hierba lo hace moderadamente. Dios les premio con una estilizada silueta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario