¡Bombas atómicas de bolsillo!
Nuestros expertos estaban ociosos hasta que un día, releyendo "El libro de las quejas" de Gila, descubrieron que en una de las viñetas se encontraba un chiste sobre una bomba nuclear de bolsillo. La imaginación no tiene límites y los técnicos de Mandril tampoco los tienen, iniciando la construcción de la más diminuta de las bombas entre las bombas para llevar a esta ciudad a convertirse en una potencia nuclear mundial. Pero no una potencia nuclear cualquiera, no, aquí en Mandril, el poder nuclear lo tienen los vecinos, democratizando así el derecho a la autodefensa.
¡Mandril ya tiene bomba atómica! Es cierto que es pequeña y solo desintegra los dedos de los pies. Pero la amenaza está en todos los lados. Este arma nuclear no mata, siempre que usted mida más de 35 cm, aunque escuece un poco. Está indicada para la autodefensa, para la incineración controlada de libros y para la defensa de Mandril ante la posible amenaza de la nación pignea. No lo dude, cualquier ansia expansionista de los pigneos se verá truncada con la puesta en práctica de estas singulares bombas nucleares. Mata pigneos, pero no devasta la selva tropical
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