miércoles, 2 de julio de 2008

Tiempo libre y drogadicción

Ensayo escrito en mi tiempo libre

Desde que León Blum estableció en 1936 las primeras vacaciones pagadas de la historia, el número de alcoholicos no ha hecho más que crecer. ¿Esto quiere decir que cuando el trabajo sea hecho por máquinas el ser humano arrastrará los pies hacia un incierto futuro de drogas sin fin?

El excedente de trabajadores que se irá produciendo tras la automatización generalizada de todo llevará a algunos hombres a vivir en los vertederos. Sin embargo no comerán basura, tampoco gaviotas, ese animal tan simpático que trata de arrancar los ojos a los marineros cuando estos caen al mar. Los desechos orgánicos serán selecionados por sofisticadas máquinas con el fin de producir metano ¿Entonces, qué hacen esos hombres en el vertedero? No lo sabemos, quizá pasear. Es cierto que debido a la cretinización en serie producida en el mundo actual, en el futuro no sabremos que hacer con nuestro tiempo libre, por lo que nos dedicaremos a hacer progrom aquí y allá con los chinos. No tanto por saquear sus tiendas, sino por entretenernos. La ciudadania pasará gran tiempo sin hacer nada, durmiendo, o mirando a la pared o al Sol, lo que elevará el número de ciegos. Aznar dijo una vez que "debiamos trabajar más". Sabía de lo que hablaba. Teme que la sociedad ociosa que esta por devenir se dará a la prostitución y las drogas. Y aunque Aznar es un firme partidario del maquinismo y es consciente que la automatización llevará al paro forzoso, exige trabajar más. De acuerdo, pero en qué. No se en que estaría pensando Aznar, pero creo que se refería a un nuevo tipo de trabajo. Trabajar para otro, pero en vez de cobrar un sueldo entregarlo al empresario. ¿No es ese el modelo de trabajador del futuro más práctico? Este nuevo modelo de trabajo se desarrollará durante el tiempo libre. Es lo que se llama consumidor, un señor que dedica su tiempo libre a entregar pasta a uno y a otro por nada. ¿Pero quién pagará al consumidor ocioso? Aznar se llevará el secreto a la tumba, pues se niega que el estado subvencione con un sueldo a los consumidores, no por nada, sino para que el empresario de productos superfluos no tenga que entregar parte de las plusvalias en impuestos al estado, y que este se los entregue de nuevo a los consumidore que se lo darán otra vez a los empresarios. Lamentablemente un mundo de consumidores que se consumen asi mismos tiene un proyecto de futuro que avanza hacia la nada. ¿Pero que hacer entonces?. No, un mundo donde los hombres se acercan a los vertederos para hacer esculturas con los desechos no es viable ¿Qué harian sino los escultores con carnet certificado de artista?.
A veces la mano de Dominguet escribe sorprendentes textos que el mismo ignora su verdadero significado

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