"Para amar, hay que liberar a todos los esclavos del mundo". Lo dijo Espartaco, y él sabía de lo que hablaba
Dominguet estaba elaborando un nuevo test para evaluar la locura cuando ha advertido que estaba loco
Tan solo hay que observar el Mandril moderno para darse cuenta de que es obra de locos. Bien, hasta ahí todo es normal. No hay nada raro en que los locos hayan ocupado el poder, o quizá sea el poder el que se ha ocupado de ellos. Lo raro es darse cuenta de que uno está loco. Un ejemplo; en el nuevo test para evaluar la locura nos encontramos esta severa afirmación: "El loco es aquel que renuncia a su tiempo" Ya sea por razones de supervivencia, comodidad, estatus, o pasta, el loco abandona su tiempo y se lo entrega a otros, corporaciones generalmente, o amos. Es decir; al trabajo. La renuncia a vivir.
Se suele sostener la creencia de que el enamorado es un loco, cuando en realidad es todo lo contrario. Se le considera un loco porque se encuentra envuelto de un valor por encima de un trabajo que le arrebata el tiempo para encontrarse con su amada. Mientras el sufrimiento que ocasiona el trabajo es un síntoma de encontrarse en la realidad, se afirma que el sufrimiento que ocasiona el enamoramiento es un síntoma de encontrarse fuera de la realidad, cuando en realidad el enamorado vive la realidad incontrolable de sus emociones. Pero se nos dice que es una locura abandonar el trabajo. Es decir, se debe permanecer en el trabajo, que es lo mismo que decir que se puede abandonar el estado de enamoramiento. Es cierto que antes el trabajo podía durar toda la vida y el enamoramiento unos años. Ahora el trabajo puede durar incluso menos que el enamoramiento.
La realidad va poniendo las cosas en su sitio. Supeditar la existencia al trabajo, a uno le vuelve loco. Y si el trabajo a Dominguet no le deja tiempo para existir, entonces es que se ha vuelto loco. El enamorado lo que busca es tiempo para existir.
Si uno quiere dejar de estar loco, debe buscar el existir. Lamentablemente en un mundo creado y gestionado por locos solo está permitida la extinción.
Es cierto que permanecer en el trabajo, a uno le lleva a la extinción. Abandonarlo, también. Pero no está todo perdido. Lo dijo Espartaco en la película "Espartaco": "Liberar a todos los esclavos del mundo". Un mundo donde uno pueda permanecer enamorado.
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