Con nuestro telescopio venimos observando este cartel que puede verse desde el rincón más lejano del espacio
"¡Hola amiguitos de Mandril!"
"¡Hola amiguitos de Mandril!. Os venimos observando desde hace algún tiempo mediante nuestros potentes telescopios y nos resulta imposible dejar de flipar con ustedes. De tantos golpes que permiten que les den con un martillo en la cabeza, van acabar siendo tontos. ¡Son ustedes muy divertidos!"
"Probablemente el mandrileño se extinga. No es posible sobrevivir mucho tiempo con un señor con bigote detrás dándole golpes en la cabeza con un martillo. Hay discusiones en nuestro planeta sobre si el chichón es producto de los reiterados golpes del martillo o de un edema de pús. Y todos sabemos las complicaciones que pueden resultar de un edema pustulento en el cerebro. Nosotros creemos que el chichón es el resultado de no intervenir en la realidad. Ustedes pueden decir que les importa una mierda la realidad, pero que aman a sus hijos. Desde nuestro planeta creemos que porque no aman a sus hijos les importa una mierda la realidad. Y si les importa una mierda la realidad es natural dejarse golpear una y otra vez con un martillo la cabeza. La escena es muy divertida Ustedes dicen que se dejan romper la cabeza porque quieren lo mejor para sus hijos. Posiblemente sea cierto; ¿qué niño no ha deseado alguna vez en su vida tener un padre tonto? Nosotros, desde el espacio exterior creemos que todos los niños de Mandril son afortunados por tener un padre tonto. Les espera un esperanzador futuro."
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