-Lo que temíamos ha comenzado. La peñuqui se ha puesto en marcha. ¡Comienzan a cultivar!
- Uhmm. Esto es el fin.
¡¡El pueblo responde!!
Esperanza Aguirre cree que los mandrileños son unos comemierdas. Usted se preguntará cómo puede saber lo que piensa Esperanza Aguirre. Dominguet lo sabe; estuvo viviendo en su cabeza.
Dominguet estuvo viviendo en la cabeza de Esperanza Aguirre y conoce algunos de sus secretos. Sabe que Esperanza Aguirre desprecia a los mandrileños a los que considera unos comemierdas. Dominguet tiene pruebas: Esperanza Aguirre quiere arrancar el agua como bien común a los mandrileños y entregársela a los especuladores. Lo que no sabe Esperanza Aguirre es que lo que ella considera comemierdas, son en realidad el porvenir, y se organizan.
Como Esperanza Aguirre desprecia a la peñuqui, nos ignora y ningunea. Pero como los comemierdas han dejado de ser comemierdas y se han puesto en marcha, han comenzado a hablar en alto y distribuyen 300 mesas por todo el gran Mandril para preguntarse a sí mismos. Se preguntan y se reafirman, no quieren que el agua sea propiedad de los especuladores. Dominguet estuvo allí, lo vio y no pudo evitar encontrarse al borde del llanto, de reconocerse en cada uno los que acudían a las mesas para reapropiarse de su vida. Allí estuvieron cada uno de los que ama y amará. Es aquello que llaman el pueblo ¡Y responde!
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