viernes, 2 de marzo de 2012

Tenemos que tener mucho ciudado con lo que pensamos

Pequeño boceto de lo que podría ser una nebulosa , dejando caer sobre Mandril una densa lluvia de pequeñas letras, la A, por ejemplo

Fabricación de nubes de letras

La teoría es la siguiente: debemos tener cuidado con lo que pensamos, porque siempre se cumple, generalmente de manera imprevisible.

Dominguet estuvo toda la tarde y parte de la noche construyendo palabras en su laboratorio de Carabanchel Alto y resulta que ha perdido el control sobre ellas. Ascienden, como evaporándose, formando nubes de letras. Cuando llueven letras, la A es muy molesta, son muy puntiagudas y se quedan clavadas muchas veces en la cabeza


2 comentarios:

tipo gris dijo...

prueba con las a cercladas @, rebotan suavemente como pelotitas de espuma

nemo dijo...

Algo más que se condensa en las nubes son los sueños. A diferencia de las palabras, que el viento lleva a las nubes, los sueños suben sólos. Por alguna regla de tres cuyos entresijos desconozco, una vez condensados en las nubes, los sueños se vuelven mucho más pesados que las palabras. En general, las nubes se apiadan de nosotros y, con la excepción de alguna a mayúscula y puntiaguda y otras tormentas de oes mayúsculas o no en forma de granizo, nos reservan de los sueños condensados, que dejan caer en el mar. Dicen los que miran las puestas de sol que el mar nos los devuelve en forma de conchas de moluscos gastadas. Como los sueños que fueron.

 
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