La suerte como ciencia exacta
En Mandril cualquiera puede tener bastante suerte. Con este fin se ha creado en esta ciudad toda una generación de jóvenes destinados a que usted viva mejor
¡Le entregraremos un prometedor joven al instante! Y así comenzará su suerte: ¡escupiendo a una joven promesa!. Mientras a ese joven se le caigan los dientes, podemos asegurarle que usted gozará de una hermosa dentadura. Su suerte entonces no tendrá fin. Cuanto más degradado y embrutecido se encuentre este prometedor joven, usted gozará cada día más de una refinada y delicada vida intelectual. En cuanto esa joven promesa deje de respirar, usted podrá respirar y transpirar mucho mejor.
El jovén de la izquierda toma el Sol, mientras es señor de la derecha posa.
¡Le entregraremos un prometedor joven al instante! Y así comenzará su suerte: ¡escupiendo a una joven promesa!. Mientras a ese joven se le caigan los dientes, podemos asegurarle que usted gozará de una hermosa dentadura. Su suerte entonces no tendrá fin. Cuanto más degradado y embrutecido se encuentre este prometedor joven, usted gozará cada día más de una refinada y delicada vida intelectual. En cuanto esa joven promesa deje de respirar, usted podrá respirar y transpirar mucho mejor.
El jovén de la izquierda toma el Sol, mientras es señor de la derecha posa.
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